Uno de los cultivos más antiguos del mundo.

La Walusa  (Xanthosoma saggitifolium), también llamada  yautía, malanga, macal, quiscamote, tiquizque, otó, okumo, ocumo, mafafa, uncucha, malangay, taioba, mangareto, mangarito, mangarás, chou, cocoyam, queiquexque, tekixcamote, tannia, taniera, tayobe o taye, es una planta herbácea perenne originaria de las regiones tropicales de América. Requiere de climas tropicales monzónicos o climas mesotérmicos con temperaturas entre los 20 y los 30°C (no tolera bajas temperaturas), buena luminosidad y alta humedad (aunque soporta periodos cortos de sequía). Crece en altitudes de entre 0 y 1.500 msnm, y se adapta mejor a suelos bien drenados, profundos fértiles con suficiente materia orgánica (no crece en suelos arcillosos, rocosos ni pedregosos)

La walusa es considerada una de las plantas cultivadas más antiguas del mundo: su cultivo posiblemente se originó en Sud América y se extendió por las Antillas y Mesoamérica, siendo muy conocido antes de la época colonial. En el siglo XIX llegó al sudeste de Asia, las islas del Pacífico y Africa (donde por su semejanza con el taro es a menudo confundida con éste) y actualmente es cultivada en países de todo el mundo.

Con un tallo principal subterráneo muy corto, la parte comestible de la walusa son los tallos secundarios que también son subterráneos, tuberosos y comestibles, de valor nutritivo comparable al de la papa y probablemente de mayor digestibilidad. Son bajos en calorías, muy ricos en agua, azúcares, fibra, almidón, proteínas, carbohidratos, minerales como el cobre, calcio, fósforo, hierro, potasio, manganeso, sodio, zinc, y vitaminas A, B6, B12 y C.

La medicina tradicional la considera un alimento milagroso, con casi tres veces más fibra que la papa blanca y más almidón que la yuca, tiene enormes propiedades medicinales: su consumo previene enfermedades cardiacas, hipertensión  y tiene potencial para prevenir la anemia  y evitar enfermedades  neurodegenerativas, problemas de memoria  y cuadros de ansiedad y depresión. Ayuda al correcto funcionamiento de la tiroides, fortalece el sistema inmune y reduce el riesgo de padecer diabetes. Es desintoxicante, ayuda a mantener el cuerpo libre de toxinas y previene problemas renales.  Es un excelente alimento para mujeres embarazadas y personas con alergias alimentarias.

Sumado a ello, tiene un enorme potencial gastronómico pues por su delicioso sabor dulce sumado a su capacidad de absorber otros sabores rápidamente, sus tallos comestibles han sido incorporados a miles de platos en cocinas del mundo entero: se consumen cocidos o fritos. Son utilizados como substituto de la papa en sopas, estofados y purés. La harina que se elabora de ellos es usada para la preparación de dulces, panes, pasteles y galletas, y también para la preparación de bebidas.

FOTO: CORTESÍA DE ICCO COOPERACIÓN – La Paleta de Sabores

2 comments

  1. Pablo Delgado 29 octubre, 2018 at 13:10 Responder

    Un gran tubérculo que conocí en mis años de estudiante en Cuba, la MALANGA allá gracias a la humedad y clima tropical adquiere tamaños realmente comparables con la yuca, es uno de los primeros alimentos incorporados en el esquema de ablactacion de los lactantes y en pacientes operados o dolencias digestivas se les aconseja mucho. En Cochabamba la encontré en el mercado de la papa y se las aconsejo a tod@s!! Muy versátil y de múltiples formas de preparación se la puede disfrutar.

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