La planta mágica de Los Andes.

La achojcha o achuqcha (Cyclanthera pedata), también conocida como achocha, archucha, pepino de rellenar, caigua, caihua, qaywa, kaíkua, jaiba, es una planta trepadora anual originaria de las zonas templadas y tropicales de Los Andes. Aunque es resistente a bajas temperaturas y grandes alturas, esta planta prefiere ambientes templados y con alta humedad, suelos profundos y bien drenados, con alto contenido de materia orgánica y poca salinidad y acidez, desarrollándose mejor en un rango altitudinal que abarca desde casi el nivel del mar hasta los 2880 metros.

Pariente de la calabaza y la sandía, la achojcha fue domesticada y cultivada por los pueblos andinos desde épocas pre-coloniales como lo prueban diversos restos arqueológicos de culturas prehispánicas como la Inca y la Mochica, que reconocieron sus propiedades medicinales considerándola una planta mágica. De fácil cultivo y enorme aporte nutricional, actualmente es conocida no sólo en Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia: su cultivo se ha extendido a otros países de América del Sur y América Central, y está presente desde México hasta Argentina habiendo llegado al Caribe y Europa.

Sus frutos maduros son huecos, de entre 10 y 20 cm. de tamaño y color que va del verde oscuro al blanco. Presentan una forma oblonga y aplanada con la base curva, el ápice puntiagudo y una superficie cubierta de espinas suaves y curvas y estrías longitudinales. Con un endocarpo esponjoso blanco y semillas negras no aptas para su consumo, los frutos presentan un mesocarpo delgado y suculento que constituye la parte comestible. Tienen un agradable sabor que tiene cierta similitud al pepino y el pimiento dulce y, luego de retirar las semillas, son utilizados como alimento crudo (en ensaladas) o cocido (en guisos y rellenos).

Con muy bajo contenido calórico, el fruto de la achojcha contiene cerca de un 93% de agua y está compuesta por pectina, materia albuminoide, carbohidratos, sustancias lipídicas, proteínas, vitaminas A, C y tiamina, sales y minerales como: calcio, hierro, fósforo, selenio, magnesio y zinc. Contiene sitosterol 3 beta-D glicósido que tendría propiedades benéficas asociadas al tratamiento de la hipercolesterolemia (reduce el colesterol malo y ayuda a incrementar el colesterol bueno). Aporta una elevada cantidad de retinol (importante por su función reguladora de la visión) y fibra cruda (ayuda a evitar problemas de sobrepeso). Diversas investigaciones le atribuyen poderosos efectos hipoglicemiantes (reductor de azúcares), antilipemiantes (reductor de grasas), analgésicos, antioxidantes, antiinflamatorios, antiparasitarios, anabolizantes y diuréticos. Se utiliza para combatir la hipertensión, arterioesclerosis, diabetes, afecciones del sistema respiratorio, anginas y amigdalitis. Previene enfermedades cardiacas y coronarias y permite equilibrar triglicéridos y lípidos en general.

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