Una hierba aromática con el sabor de Los Andes.

El nombre de la wacataya o huacatay (Tagetes minuta) proviene del quechua wakatay (flor maravilla) También conocida como chijchipa, ocopa o ashna yuyo, las cualidades de esta hierba aromática nativa de Bolivia, Perú y Ecuador han sido reconocidas desde tiempos remotos: culturas tan antiguas como la incaica sabían de sus propiedades medicinales y utilizaban su aceite esencial como medicamento.

Con un aroma potente y un sabor con toques de menta, albahaca, limón y estragón, el potencial gastronómico de la wacataya ha conquistado a amantes de la comida de todo el mundo, lo que ha extendido su cultivo a México, Argentina, Estados Unidos, Europa, Australia, Asia y África.

Utilizada para preparar salsas y condimentar carnes y comidas, en Bolivia la wacataya es un ingrediente esencial de la deliciosa salsa picante llamada llajua y de diversidad de platos tradicionales como el Queso Humacha. Por su sabor refrescante y sus propiedades digestivas, las hojas de wacataya son también utilizadas para preparar una infusión que ayuda a combatir resfríos y bronquitis, contribuye a mejorar el funcionamiento biliar al depurar el hígado, sirve como digestivo por sus tintes mentolados y tiene propiedades fungicidas y antibacterianas, por lo que ayuda a combatir procesos infecciosos o problemas de hongos.

 

 

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