EL MOKOLO
INCREIBLE TUBERCULO AMAZONICO
El mokolo (Dioscorea trífida), también conocido como mapuey, cush-cush, yampí, aja, maona o papañame, es la única de las especies del género Dioscoreaceae de origen americano, donde su consumo y/o cultivo se extiende desde Bolivia, Perú y Brasil, hasta México y Las Antillas. Es una planta trepadora perenne propia de regiones tropicales, subtropicales y templadas que presenta tallos aéreos y un tallo rizomatoso subterráneo que emite raíces y tubérculos comestibles de formas variables y superficie rugosa. La pulpa es uniformoe, compacta y de colores que van desde el blanco hasta el púrpura y el negro.
Con evidencias que indican que el género Dioscorea es cultivado en el mundo entero, el origen de su uso por el hombre se remonta al año 5000 a.C., cuando colectores de Burna notaron que la remoción cuidadosa de los tubérculos permitía la recuperación de la planta para producir nuevos tubérculos. Alcanzó su distribución mundial al final del Cretáceo y su evolución ocurrió por separado en el nuevo y viejo mundo. Se plantea que la separación del ancestro asiático del africano ocurrió posteriormente en el Mioceno. Las diferencias entre esta planta y el resto de las raíces y tubérculos radican en su amplia diversidad genética y origen a partir de diferentes centros: América tropical (D. trífida), África occidental (D. rotundata, D. cayenensis, D. bulbífera, D. dumetorum) y el sudeste asiático (D. alata, D. esculenta, D. oposita). En la actualidad, la familia Dioscoreaceae está representada por entre seis y nueve géneros y alrededor de 600 a 900 especies, de las cuales alrededor de 25 son citadas como alimenticias, 15 como medicinales y 6 como ornamentales.
En el trópico estas plantas se cultivan artesanalmente siendo una importante fuente alimenticia para los pueblos y comunidades que las producen y tiene un alto contenido de almidón, semejante al del maíz tanto en sabor como en textura y color. Sus tubérculos se caracterizan por tener alto contenido de humedad, con actividad metabólica después de la cosecha por lo que su transformación en harinas deshidratadas y/o la extracción de almidón, constituye la manera más eficiente de preservarlos. La harina puede ser usada como diluyente del trigo en la elaboración de productos horneados y como espesante en formulaciones de salsas o sopas.
Constituye una excelente fuente de carbohidratos, sales minerales como el calcio, el hierro y el fósforo, contiene altos niveles de vitaminas A y C, así como vitamina B1 o tiamina (importante en el crecimiento de los niños), y vitamina B5 (importante para el sistema inmunológico). También contiene riboflavina, niacina, ácido ascórbico, piridoxina y carotenos. Además, sus tubérculos poseen la mayor parte de los aminoácidos esenciales tales como: arginina, leucina, isoleucina y valina, encontrándose en menor proporción la histidina, triptófano y metionina. Es rico en proteínas y calorías y presenta bajos niveles de grasa. Es buen estimulante del apetito y excelente depurador de la sangre.