La larva comestible del Amazonas.

Los curculiónidos (Curculionidae), conocidos como gorgojos y picudos, son una familia de coleópteros herbívoros, la más importante y diversa de la superfamilia Curculionoidea,  una de las familias más grandes de animales con 5.489 géneros y 86.100 especies en el mundo.

Una de las especies de culiónidos es el gorgojo cigarrón (Rhynchophorus palmarum L.), también conocido como Casangra, Picudo Negro de la Palma o Snout Beetle, originario de las zonas tropicales de América, bastante común en América del Sur. Su picadura inflama la zona picada aunque no es venenoso, y es transmisor del nematodo Bursaphelenchus cocophilus, que provoca la enfermedad del “anillo rojo” en los cocoteros. Tiene hábitos alimenticios polífagos, lo que le permite desarrollar su ciclo de vida en diferentes cultivos tales como caña de azúcar, palma de aceite, piña, coco y plátano, aunque su hospedero natural más habitual es la palma. El daño directo es causado por la hembra, que puede llegar a poner entre 150 y 250 huevos que deposita en los hoyos que realiza en la palma. La larva ingresa al interior del tallo y se alimenta exclusivamente de tejidos vivos ocasionando la muerte del hospedero, por lo que es considerado una plaga de cocoteros y palmeras.

Este coleóptero es de coloración negra, y llega a medir entre 26,6 y 53,3 mm. de longitud. Su ciclo de vida es de 120 días: huevo 3,5 días, larva 60,5 días, ninfa 16 días y adulto 42 días. La larva es muy esclerotizada, de color marrón oscuro, con piezas bucales masticatorias, entre las que se destaca un par de mandíbulas cónicas; sus segmentos abdominales presentan doble plegamiento dorsal y ventral para facilitar la tracción al reptar.

La larva, conocida como tuyu tuyu,  chontaduro o suri, causa fuertes daños en diferentes plantaciones, pero es una excelente fuente de proteínas, aminoácidos esenciales, minerales y vitaminas A y E, por lo que desde hace siglos ha sido consumida como alimento (entomofagia) por las poblaciones nativas de indígenas amazónicos,​ que la recolectan en las palmas de los bosques  y no la destinan únicamente a la alimentación doméstica, sino también a la comercialización, convirtiéndose en un invalorable recurso local con gran potencial de uso para la elaboración de productos alimenticios.