Nutritiva raiz amazónica.

El motosiu (Calathea allouia), también llamado lairén,  lairén, lerén, llerén, lerenes, aria, dale-dale, cocurito, agua bendita, topi-tambur blanco, topi- tambo, topi-tambu, guinea arrowroot, sweet corn root, alleluia, o curcuma d’Amérique, es una especie oleífera perenne originaria de las zonas tropicales de América.

Requiere suelos de textura media, abundante luz solar y agua.  Se encuentra prácticamente en toda la región amazónica, donde se cultiva normalmente en pequeñas áreas donde la agricultura de subsistencia se lleva a cabo frecuentemente en asociación con la yuca, el plátano o los árboles frutales. Crece formando grupos de hasta 1 metro de altura y tiene raíces tuberosas ovoides o cilíndricas que miden de 2 a 8 cm de largo y de 2 a 4 cm de diámetro que después de la cosecha pueden ser almacenadas hasta por diez semanas en ambientes abiertos y ventilados.

Las raíces del motosiu son comestibles, por lo que fue ancestralmente consumido por los pueblos indígenas de los trópicos americanos que cocinaban sus raíces para comerlas acompañadas de café. Fue cultivado durante siglos jugando un papel importante en los sistemas agroforestales  tradicionales, pues es resistente a las condiciones climáticas reinantes en los trópicos húmedos (temperatura y humedad relativamente altas durante todo el año), a plagas y a enfermedades causadas por microorganismos fitopatógenos, por lo que se ha distribuido por todo el mundo aunque no ha llegado a ser un cultivo de importancia y está desapareciendo paulatinamente principalmente debido a dos factores : su largo ciclo vegetativo (de 9 a 14 meses) y su reemplazo en la dieta de pequeños productores rurales por productos industrializados tales como galletas de trigo y pan.

Con un sabor similar al del maíz verde cocido, las raíces tuberosas del motosiu se comen cocinadas y su textura permanece crujiente incluso después de una larga cocción. Puede ser consumido solo o como ingrediente de ensaladas, mayonesa y platos de pescado.  Las raíces de motosiu contienen micronutrientes y macronutrientes, almidón, proteínas, aminoácidos esenciales, calcio, magnesio, fosfato, hierro, sodio, potasio y Vitamina C. Sumado a ello, el tinte de sus hojas se usa en la medicina tradicional para tratar la cistitis y como diurético.

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