EL OCORÓ O CAMURURU
Una delicia de los bosques centro y sudamericanos.
El camururu u ocoró (Garcinia madruno), también conocido como madroño, canime o currucay, es un árbol mediano originario de los bosques centro y sudamericanos, cuya presencia se registra desde Bolivia, Perú, Brasil, Ecuador, Colombia y Venezuela hasta Costa Rica, Panamá, Nicaragua, Honduras, Surinam y las Guayanas. Es resistente a plagas y enfermedades y, aunque se adapta a diferentes suelos y condiciones ambientales, tiene su hábitat natural en alturas por debajo de los 1.200 msnm, en bosques húmedos de suelos arenosos, bien drenados y ricos en materia orgánica, principalmente en tierras bajas tropicales no sujetas a inundaciones.
Por sus características, se usa como árbol ornamental, como barrera rompevientos y como barrera contra ruido. Su madera, moderadamente dura y pesada, se emplea como combustible y en tareas de construcción, ebanistería y carpintería en general. Sus frutos comestibles, muy apreciados por las poblaciones amazónicas que los consumen de manera tradicional desde tiempos ancestrales, son bayas ovaladas u oblongas amarillas, de entre 5 a 8 cm de largo y 3 a 4 cm de ancho, con un epicarpio amarillo grueso, rugoso y cubierto de espinas no punzantes, y una pulpa blanquecina, aromática, jugosa y de agradable sabor agridulce. Generalmente se comen crudos, aunque también se usan para hacer mermeladas, jaleas y jugos.
Este fruto, rico en nutrientes, es un alimento con alto valor energético principalmente por su elevado contenido de carbohidratos. Presenta un alto contenido de agua y potasio y contiene proteínas, lípidos, Vitaminas A y C, calcio, fósforo, magnesio y hierro. Sumado a ello, se le asignan efectos antialérgicos, antiflamatorios, antivíricos, anticancerosos y antioxidantes y se usa para proteger el hígado y ayudar a la digestión. La resina amarillenta de su tronco se utiliza para tratar úlceras y otras llagas y la infusión de su corteza se emplea para combatir la fiebre.